La importancia del juego en el aprendizaje.

Como hemos aprendido en estos pocos pero enriquecedores meses podemos sacar diversas conclusiones en las que el niño se ve favorecido gracias al juego.
Los niños necesitan diversos tipos de estímulos para poder ir adquiriendo conocimiento e ir formando diversos grados de madurez, dicho conocimiento depende netamente de las características y gustos de cada niño, ya que no se le puede obligar a este a sentirse atraído por algún estimulo que no le encuentre sentido y le provoque rechazo. Existe una herramienta bastante talentosa que ningún niño puede serle indiferente, el juego, el cual provoca en los niños la disposición de aprender y adquirir un aprendizaje significativo a sus vidas, ya que se caracteriza por motivar y hacer que se sientan ellos mismos con la libertad de expresarse y actuar sin ningún tipo de impedimento interactuando e integrándose con esta sencilla manera de adquirir experiencias.
Partimos con la base de que el juego nos ayuda a estimular en diferentes etapas, cada una de ellas sumamente importante para el futuro del niño.
Desde el nacimiento el jugar le permite desarrollar al infante sentidos como la audición, la vista, el olfato y el tacto.
Siguiendo con su evolución, junto con gatear y caminar nacen las ganas de explorar su espacio por lo que el jugar ahora es más explícito.
Por medio de él, los niños observan investiga su entorno de manera espontánea, relacionando cosas nuevas con conocimientos ya adquiridos.
Luego de la exploración viene la expresión de pensamientos no concretos, que se da principalmente en la etapa preescolar.
Ya al iniciar la vida escolar, ahora los infantes pasan a realizar operaciones concretas, o sea juegos más de práctica, orden y lógica. Todo vinculado al estudio y a la nueva vida a la que han ingresado.
Cabe destacar que “Los niños nunca olvidan las lecciones aprendidas a través del juego”.